El objetivo de este apartado es ser más competentes para autogenerar emociones positivas de forma voluntaria y consciente y para adoptar comportamientos adecuados que nos permitan afrontar mejor los desafíos de la vida.
¿Cómo hacerlo? Te proponemos varios ejercicios:
Asigna una o varias emociones positivas y saludables al color verde y otras desadaptativas y no saludables al rojo. Deja el naranja para aquellas emociones que todavía estés procesando o que no tienes claro cómo valorar.
Piensa en el día de ayer y rellena esta tabla:
Franja horaria | Emociones – Color |
8 – 9.- Desayunar | |
9 – 14.- Trabajar | |
14 – 15.- Comida con… | |
15 – 18.- Trabajar | |
18 – 19.- Tareas domésticas | |
19 – 21.- Salir a correr con… | |
21 – 23.- Cena y sofá |
Aquí tienes una serie de sugerencias, todas ellas imprescindibles. Revísalas con atención. Valora tu situación personal actual y decide por dónde empezar.
Elige una cada semana, concreta la acción que vas a iniciar y ponte en marcha. Cuando consideres que puedes ampliar tus objetivos, elige otra y, así, sucesivamente.
Haz una propuesta de acción para cada una:
Todos los días al despertar, piensa que dispones de un crédito de 24 “vales” de una hora de duración. Puedes elegir “vales” verdes, naranjas y rojos (como en el ejercicio del «Semáforo»).
Tú decides qué “vales” eliges y en qué vas a invertirlos. Intentar hacer una planificación concreta del gasto de los “vales”.
Todos los días, al finalizar el día, anota cinco pequeñas o grandes cosas buenas que te han hecho sentir bien:
1.-___________
2.-___________
3.-___________
4.-___________
5.- ___________
“El primer paso en este trabajo emocional es volverse consciente de lo que estás sintiendo. Un paso posterior supondrá evaluar si lo que estás sintiendo es una emoción central saludable o no lo es, y entonces decidir si debes dejarte guiar por ella.”
Conocerse mejor para construir nuevas maneras de percibir, sentir y actuar.
Ser capaz de generar emociones positivas para afrontar mejor los desafíos de la vida.