En ocasiones quien sufre el maltrato no es consciente, o no quiere serlo, de que sufre violencia psicológica. Sin embargo, las personas más cercanas suelen darse cuenta de lo que ocurre.

Aceptar que somos víctimas de maltrato psicológico por parte de la persona a la que amamos supone una enorme angustia que no es fácil de aceptar ni de “digerir”.

Por eso aprendemos a negar la violencia, las frases hirientes y los comportamientos que nos hacen sentir mal y a menudo justificamos todo ello queriendo pensar, tal y como nos transmite, que lo hace porque nos quiere y sabe lo que es mejor para nosotras/os.

Si haces cosas que no quieres, y no puedes evitar hacerlas porque te da pánico pensar en las posibles consecuencias (el abandono, las riñas “por tu culpa”, la ruptura de la pareja), ya tienes un indicio clarísimo de que puedes ser víctima de violencia psicológica.

Te aconsejamos que hagas el Test de Maltrato Psicológico.

Si tu puntuación es elevada sigue leyendo el siguiente artículo: ¿Qué hacer?